Natalia Osipova y Matthew Golding protagonizaron el espectáculo retransmitido en streaming para las salas de cine
IRATXE DE ARANTZIBIA/ SAUTDEBASQUE
Cines de medio mundo retransmitieron en streaming la función de «El lago de los cisnes» de The Royal Ballet, el pasado martes. Acomodado en la butaca de su sala de cine, el espectador pudo transportarse durante tres horas a la Royal Opera House de Londres y vivir la magia del clásico de Marius Petipa y Lev Ivanov (1895), en la producción que sir Anthony Dowell pusiera en pie en 1987. Aunque la experiencia de vivirlo in situ es insustituible, ciertamente, las retransmisiones en directo desde la capital británica y presentadas por Darcey Bussell son de altísima calidad. Además de presentar cada acto, en los intermedios, la otrora estrella de la compañía ofrecía entrevistas, datos e imágenes entre bambalinas.
Los Bailarines Principales de The Royal Natalia Osipova y Matthew Golding encabezaron el espectáculo. Para cualquier bailarina es todo un reto mayúsculo encarnar el rol dual Odette (Cisne Blanco)/ Odile (Cisne Negro). Y la joven estrella rusa se lució en ambos papeles, en los que demostró la fortaleza de su técnica. Como Odette, supo imprimirle al personaje una amalgama de sentimientos como el patetismo, la desesperanza y el lirismo, aunque quizás acusó una falta de ondulación en sus brazos. En la piel de Odile, la artista moscovita dotó de bravura al pérfido personaje, especialmente realzada en la forma de acometer los famosos 32 fouettés. Difícil escoger en qué papel brilla más Osipova y como para gustos están los colores, que cada cual elija su interpretación favorita. Personalmente, me decanto por el Cisne Blanco, ya que debido a su participación en los actos II y IV, permitió disfrutar más de la excelencia de Osipova. Como partenaire, contó con Matthew Golding, ampliamente conocido en España por haber sido miembro del Corella Ballet-Castilla León. Dicen los expertos que el artista canadiense apunta maneras de danseur noble. Es cierto que posee una notable técnica, pero no resulta natural en la interpretación de los roles. Su príncipe Siegfried acusa una cierta inexpresividad.
Además de los protagonistas, una producción como «El lago de los cisnes» necesita detrás una impecable compañía para poner en pie la magia del cuento. Viendo espectáculos como éste, una no duda por qué The Royal Ballet es una de las cinco mejores compañías del mundo. Por cierto, en sus filas y en el papel de uno de los Cisnes Grandes, la hondarribitarra Itziar Mendizabal, Primera Solista de The Royal Ballet. A falta de poder aposentarse en la elegante Royal Opera House, estas retransmisiones son casi un lujo asiático. La próxima oportunidad es el 5 de Mayo, a las 20.15 horas, con «La fille mal gardée» (1960) de sir Frederick Ashton. Para los espectadores donostiarras, esta cita tendrá lugar en los Cines Príncipe de la capital guipuzcoana.
Natalia Osipova en el papel de Odette (Cisne Blanco) con su partenaire Matthew Golding (Príncipe Siegfried), en su actuación en la Royal Opera House. © Alice Pennefather/ROH 2015.
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